Una de las mayores preocupaciones para las madres recientes, es saber si su bebé se queda con hambre tras las tomas. Especialmente en el caso de los bebés que se alimentan con lactancia materna, puesto que es más difícil controlar la cantidad de leche que el pequeño toma. El recién nacido llora por muchos motivos, uno de ellos es el hambre pero no es el único. Por ello, muchas mujeres sufren ansiedad por no saber reconocer si su bebé se queda satisfecho tras las tomas o no.
No obstante, el llanto no es la única señal que te indica que el bebé se ha quedado con hambre. A través de otras señales de su cuerpo, podrás advertir que el pequeño requiere una nueva toma. Tan solo tendrás que estar atenta para reconocer las señales y así tu bebé podrá estar satisfecho en todo momento.
Lactancia materna a demanda
Antes de nada, es importante recordar que la lactancia materna debe ser siempre a demanda. Es decir, sin horarios ni tomas cada cierto tiempo, esta es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la comunidad pediátrica. La lactancia a demanda permite que el bebé se alimente de la forma que necesita en todo momento.
Por lo tanto, no dejes que el bebé llore desconsoladamente ni lleves la cuenta de las horas que lleva sin comer. Cada vez que el bebé esté despierto o comience a llorar, colócalo al pecho y él mismo podrá satisfacer sus necesidades. Esto no solo beneficia a tu bebé en cuanto que come a su ritmo o que se siente protegido en todo momento, sino que además, es beneficioso para la propia madre:
- La lactancia a demanda es el mejor método para prevenir la mastitis
- Se establece una lactancia exitosa y duradera, con grandes beneficios para el desarrollo del bebé y para la relación madre e hijo
- Se reducen las probabilidades de sufrir depresión postparto
- Mayor facilidad para recuperarse físicamente
Señales de que tu bebé se queda con hambre
Además del llanto, puedes detectar que tu bebé se queda con hambre si observas los siguientes signos:
- Después de una toma el pequeño sigue llorando: Si después de realizar la toma el pequeño sigue llorando, es posible que esta haya sido insuficiente. Procura dejarlo en cada pecho durante más tiempo, aunque las tomas sean muy largas, es posible que el bebé no vacíe el pecho por completo.
- Observa su pañal: Esta es una de las maneras más obvias de saber si tu bebé se alimenta de forma correcta. Si el bebé se alimenta correctamente, manchará varios pañales al día tanto con pis como con caca. En caso de que observes que los pañales de tu hijo no se llenan regularmente, es posible que no esté recibiendo el alimento que necesita.
- El crecimiento: Otras de las señales más evidentes es el seguimiento de su crecimiento. Durante las primeras semanas es muy importante que controles el peso de tu bebé. Podrás hacerlo en la farmacia y deberás anotarlo para comprobar si su crecimiento es regular y el apropiado. En caso contrario, es posible que la causa sea un déficit en la alimentación pero no dejes de acudir al pediatra para que pueda revisar el caso.
Sigue tu instinto
Es fundamental que escuches las señales que tu propio instinto te marcará a lo largo de la vida. La maternidad es un camino maravilloso y a la vez complicado, en muchos casos, las recomendaciones y los consejos de otras personas podrán ayudarte a resolver ciertas complicaciones. No obstante, tu instinto maternal te acompañará siempre y debes escucharlo en todo momento.
Muchas situaciones son únicas y solo tú, desde tu posición privilegiada de madre, podrás detectarlas antes que nadie. No dudes de tus sensaciones, no rijas la alimentación de tu bebé por horarios establecidos que no se adaptan a las necesidades de tu bebé. Disfruta de la lactancia materna porque es algo único, irrepetible y un regalo de la naturaleza tanto para ti como para tu bebé.