Poliomielitis en niños

Poliomielitis en niños

La poliomielitis, o como se le suele llamar coloquialmente, la polio, es una enfermedad altamente contagiosa que se produce por una infección vírica. En la década de los 50, miles de niños en España se infectaron con este terrible virus con consecuencias nefastas para su vida, debido a que la enfermedad afecta al sistema nervioso produciendo parálisis y diversos síntomas físicos.

A pesar de que la enfermedad está prácticamente erradicada en España y en los países con un buen desarrollo económico, por desgracia hoy en día todavía la poliomielitis está presente en muchos países en vías de desarrollo. ¿La principal causa? La ausencia de vacuna, ya que gracias a las vacunas que se comenzaron a aplicar a todos los niños en la década de los 60, la polio en nuestro país estaba prácticamente desaparecida.

Qué es la poliomielitis y cómo afecta

Los principales afectados por la polio son los niños, generalmente los menores de 4 años. La polio es una enfermedad infecciosa producida por el virus poliovirus, que afecta principalmente al sistema nervioso. Este virus ataca a las neuronas, produciendo parálisis y diversos síntomas en su estadio más grave. Sin embargo, muchas personas afectadas con la polio en su forma menos peligrosa, no presentan ningún síntoma. Incluso, quizá tú mismo contraigas la enfermedad y nunca seas consciente de que la has pasado.

Niño con fiebre

La polio puede dividirse en 3 tipos:

  • Polio abortiva: La forma más leve de la enfermedad, los síntomas son similares a los de la gripe y es la que se suele padecer en la mayoría de los casos. Los síntomas en este caso son fiebre alta, malestar general, pérdida del apetito, dolor de garganta o problemas estomacales (estreñimiento)
  • La poliomielitis no paralizante: En este caso, los síntomas son los mismos que en la polio abortiva pero con mayor gravedad, fiebre más alta, náuseas, vómitos, dolor de cabeza intenso. Además, pasados un par de días el niño puede presentar rigidez en el cuello o la columna, y dolores musculares en el cuello, las extremidades y la espalda.
  • Poliomielitis paralizante: Este es el estadio más grave de la enfermedad. Los síntomas son los mismos que en los dos tipos más leves de la polio pero se suman algunos muy graves. Estreñimiento severo, debilidad muscular en todo el cuerpo, dificultad para respirar y para tragar, tos, manchas en la piel, pérdida del control de los esfínteres, babeo o distensión abdominal entre otros síntomas típicos de la parálisis neuronal.

Cuándo acudir al médico

Si tu hijo recibe las vacunas pertinentes, es muy poco probable que padezca poliomielitis. Sin embargo, en los últimos años existe un importante movimiento antivacunas que está poniendo en riesgo la salud de todos los niños. Para evitar cualquier riesgo, es fundamental que te asegures de vacunar a tu hijo dentro de las fechas que marca el calendario de vacunación en tu comunidad.

No obstante, es posible que el pequeño se infecte con la poliomielitis y que no llegues a ser consciente de ello. Ya que los síntomas son muy similares a los de un resfriado común, por lo que es muy importante que estés alerta ante cualquier síntoma poco frecuente. Acude a la consulta del pediatra rápidamente si observas alguno de los siguientes síntomas en tu hijo:

  • Problemas para respirar
  • Debilidad muscular
  • Si el niño tiene mareos
  • En caso de que observes manchas en su piel
  • Si notas que emite silbidos al respirar
  • En caso de que notes que el niño tiene el ritmo cardíaco acelerado

Prevención

Bebé recibiendo una vacuna

La vacuna de la polio tiene una efectividad de más del 90%, desde que se comenzó a distribuir en España después de aquel grave brote de la enfermedad en los años 50, la polio se ha conseguido eliminar casi por completo. Sin embargo, existen diversas formas de infección, por lo que no debes bajar la guardia en ningún caso. La vacuna es la principal medida de prevención, por lo que debes asegurarte de que tus hijos tienen sus vacunas al día.


Además, siempre que tengas planeado viajar a zonas peligrosas, debes consultar con el médico la necesidad de recibir ciertas vacunas. En el caso de la polio, existen brotes en diferentes como África, Asia, América del Sur o América central.


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