Aunque el pasado sábado ya os dábamos las claves para entender la pubertad precoz, considerada por algunos profesionales como una nueva norma, hoy me gustaría ofreceros una clasificación de la misma en virtud de sus manifestaciones. El inicio de la pubertad, está sujeto a varios factores y mecanismos neuroendocrinos y hormonales (y muchos de ellos se desconocen). Esta transición entre la niñez y la adultez provoca la aparición de caracteres sexuales secundarios, y un rápido crecimiento, además se adquiere capacidad reproductiva.
Cuando el comienzo y progresión de la misma sucede antes de los 8 años (AEP) en niñas y 9 en niños, se considera precoz. Aunque no es lo mismo precoz que adelantada (presentación entre 8 / 9 en niñas – 9 / 10 en niños). Todos estos cambios se acompañaban d maduración ósea, y otros cambios físicos. El conjunto de cambios físicos y de maduración sexual están regulados por el hipotálamo (una parte del cerebro) que ordena a una serie de hormonas y glándulas relaciones complejas.
Como ya he adelantado, la clasificación de los tipos de pubertad precoz es: central y periférica.
Entendiendo las diferencias
Pubertad precoz Central
Implica un aumento en el tamaño y actividad de las gónadas (u órganos que forman los gametos masculinos / femeninos); y no sólo la aparición de características sexuales secundarias. Dado que las causas podrían ser lesiones del sistema nervioso central (no siempre); tras la evaluación se administra tratamiento hasta que la edad ósea, cronológica, madurez psicológica y pronóstico de talla final son los adecuados.
Pubertad precoz Periférica
De etiología variada, se presenta en forma de:
- Telarquia prematura: se desarrollan las mamas pero no aparece vello en pubis.
- Adrenarquia precoz: solo se presenta desarrollo de vello púbico, sin más manifestaciones.
- Menarquia (primera menstruación) prematura: no es frecuente, y no se perpetua hasta consolidar los ciclos.
Aclaradas estas formas de presentación, me queda confirmaros que, efectivamente, la pubertad precoz es más frecuente en niñas que en niños, aunque en las mujeres es más común la idiopática (de causa desconocida), mientras que para los varones las causas son debidas a procesos orgánicos.