Macarena

Hace casi quince años, mi vida cambió para siempre cuando conocí a mi gran maestro, mi primer hijo. Su llegada me enseñó más sobre la vida que cualquier libro o maestro antes que él. Dos años después, la familia creció con la llegada de Sofia, una niña que no solo hace honor a su nombre, que significa sabiduría, sino que también trajo una nueva luz a nuestras vidas. Como redactora especializada en maternidad, estoy emocionada por compartir con vosotros las alegrías y desafíos de este camino. Así que os invito a uniros a mí en este intercambio de sabiduría, experiencias y apoyo. Porque si hay algo que he aprendido, es que en la maternidad, al igual que en la vida, somos eternos estudiantes.