El puré de calabacín es uno de esos platos estrella que nunca fallan. Puedes servirlo para cenar o como primer plato, tanto en invierno como en verano y por lo general, a todo el mundo le encanta. Se trata de uno de los purés verduras con más éxito, porque no tiene un sabor ni una textura demasiado fuerte. Por lo qué, es una receta ideal para tener siempre a mano, porque te salva la comida en un momento.
Además, se prepara muy rápido y con ingredientes fáciles de encontrar y conservar en casa. A continuación te dejamos con la receta del riquísimo puré de calabacín. Un puré fácil de preparar, con dos alternativas a la hora de elegir el acabado en los ingredientes. Puedes probar las dos opciones y así ver cuál es la que mejor aceptan los niños, ya que una lleva un toque de queso y la otra más suave, de nata.
Receta de puré de calabacín
Una de las grandes virtudes de este puré, es que se puede servir tanto en invierno como en verano. Cuando hace frío, el puré de calabacín está buenísimo servido bien caliente, con unos trozos de pan tostado o un poquito de pollo desmechado. En verano, sirve el puré de calabacín fresquito, con unas semillas a modo de acompañamiento y así tendrás un plato muy completo nutricionalmente hablando.
Con las cantidades que encontrarás a continuación, obtendrás cuatro raciones generosas. Si deseas preparar más cantidad, solo tienes que añadir el doble de ingredientes. Este puré de calabacín aguanta muy bien en el frigorífico durante un par de días, así que puedes reservar un poco para alguna cena improvisada.
Ingredientes para 4 personas
- 2 calabacines grandes
- una patata grande o 2 pequeñas
- un puerro
- media cebolla
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- 6 unidades de quesito en porción
Preparación
- Primero vamos a pelar los calabacines con un pela patatas, para no retirar más piel de la cuenta. Lavamos con agua fría y reservamos.
- Pelamos también la patata y lavamos con agua fría.
- Quitamos la parte verde del puerro y la primera capa, realizamos un corte en cruz transversal y ponemos bajo el chorro de agua. Es muy importante limpiar bien el puerro para eliminar los restos de tierra y que no estropeen el puré.
- Ahora, limpiamos la cebolla y al igual que hemos hecho con el resto de las verduras, lavamos con agua.
- Ponemos una cazuela al fuego con un buen chorreón de aceite de oliva virgen y mientras toma temperatura vamos cortando las verduras.
- Cortamos el calabacín en rodajas, la patata, la cebolla y el puerro y sofreímos ligeramente en el aceite.
- Cuando las verduras tomen color, añadimos agua hasta cubrir las verduras.
- Añadimos sal y dejamos cocer durante unos 20 o 25 minutos, hasta que las verduras estén tiernas.
- Retiramos del fuego y dejamos reposar unos 5 minutos.
- Para triturar el puré, pasamos los ingredientes a una jarra grande, preferiblemente de plástico para no correr riesgos con el calor.
- Trituramos bien, hasta obtener una crema ligera.
- Para terminar, añadimos los quesitos en porción y volvemos a triturar hasta integrar todos los ingredientes.
- Rectificamos de sal y servimos.
Trucos y opciones para el puré de calabacín
Cuando vayas a pasar las verduras al vaso de la batidora, es recomendable que no añadas todo el caldo sobrante a la primera. El calabacín suelta muchísima agua y es probable que el puré quede demasiado líquido. Reserva un poco del caldo en la cazuela por si fuera necesario añadir más después de triturar. En cuanto a los quesitos, puedes sustituirlos por un brick de nata líquida.
El sabor es más suave y es perfecta para aportar cremosidad al puré de calabacín. El resultado es muy similar al que se obtiene con los quesitos en porción, pero menos intenso, lo que puede ser ideal para los niños delicados al comer. De igual manera el resultado es delicioso, un puré de calabacín saludable, lleno de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales en la dieta de toda la familia. En definitiva, un plato que no puede faltar en el recetario de cualquier familia.