Cada vez se dan con más frecuencia los casos de intolerancias alimentarias en la infancia. Muchos niños desarrollan este tipo de problema, que además de ser peligroso para la salud de los pequeños, supone un gran inconveniente a la hora de organizar el menú familiar. Muchos son los alimentos que pueden causar una alergia o una intolerancia, algo que es muy importante diferenciar.
Aunque ambas pueden causar síntomas muy similares, las diferencias entre alergia e intolerancia alimentaria son importantes. Por una parte, la intolerancia puede causar malestar estomacal, gases, diarrea, vómitos o retortijones entre otros malestares físicos. En cambio la alergia alimentaria, además de producir ese tipo de síntomas puede derivar en consecuencias muy graves.
¿Intolerancia o alergia?
Las diferencias entre la intolerancia o la alergia alimentaria son muy importantes y con consecuencias muy distintas.
La intolerancia alimentaria puede estar causada por dos motivos, en primer lugar porque el organismo no puede digerir bien un alimento en concreto o varios. En segundo lugar, porque un alimento concreto produce irritación en el sistema digestivo. En este caso como ya mencionábamos, los síntomas son molestias físicas que producen malestar, pero no ponen en riesgo la seguridad de la persona.
Sin embargo, la alergia alimentaria se produce porque el sistema inmunitario detecta en determinado alimento un agente peligroso. En ese momento el sistema inmune pasa al ataque y produce la reacción alérgica, es decir, se libera de forma natural una sustancia llamada histamina. Los síntomas en este caso son mucho más graves y pueden tener consecuencias fatales.
- Dificultad para respirar
- Inflamación en la garganta
- Problemas cutáneos
- Disminución de la presión arterial
- Vómitos
Tipos de alergias alimentarias
Cualquier proteína ya sea animal o vegetal, puede provocar una reacción alérgica en el organismo. En los niños, los alimentos que más alergias producen son la leche y los huevos y en los adultos los frutos secos, las frutas o el pescado y marisco. Por este motivo, en la introducción de la alimentación complementaria hay alimentos que se incorporan cuando el niño es algo mayor, como los frutos secos.
La alergia al huevo
La alergia al huevo es una de las más frecuentes en niños pequeños, aunque por fortuna es una de las alergias que puede desaparecer con el tiempo. Cuando el niño toma huevo sin tener el sistema inmunitario completamente maduro, este no puede procesar estas proteínas y causa así la reacción alérgica. La reacción la puede provocar tanto la ingesta del huevo, como la propia cáscara al contacto con la piel.
La alergia a la proteína de la leche de vaca
En cuanto a la leche, es muy importante conocer las diferencias entre la alergia o la intolerancia. La intolerancia produce malestar, sin embargo, la alergia a la proteína de la leche de vaca produce además problemas respiratorios o desmayos, entre otros síntomas.
La alergia a los frutos secos
Estamos a punto de entrar en fechas navideñas y con ella llegan los productos típicos, que en su mayoría contienen distintos tipos de frutos secos. Este alimento es uno de los que más alergias puede producir y de las más peligrosas, por lo que deberás tener mucho cuidado si tus hijos los van a tomar estos días. Los especialistas recomiendan que los niños menores de 3 años no prueben los frutos secos.
La alergia a las frutas
Las frutas más susceptibles de producir alergia son el kiwi, el melocotón o el melón, por lo que deberás estar muy alerta cuando tus hijos tomen este tipo de alimentos. Las frutas son otros de los productos que producen alergia a los niños, por este motivo es muy importante introducirlas de una en una para controlar los efectos en el niño.
La intolerancia alimentaria
En cuanto a las intolerancias alimentarias, están consideradas como enfermedades gastrointestinales. Causan molestias pero no suelen producir consecuencias fatales como en el caso de las alergias. Las intolerancias alimentarias más comunes en los niños son las siguientes.
La intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa se produce cuando el organismo del pequeño no puede digerir el azúcar presente en la leche y en los derivados lácteos, llamado lactosa. La mejor manera de evitar que aparezca esta intolerancia en bebés es, a través de la lactancia materna.
La intolerancia al gluten
La intolerancia al gluten, puede aparecer desde el mismo momento en el que se introduce la alimentación complementaria. El gluten está formado por un grupo de proteínas que se encuentra presente especialmente en el trigo, pero también en cereales como la cebada o el centeno.
La única forma de diagnosticar si el niño tiene alergia o intolerancia es a través de distintas pruebas médicas. Por lo que es muy importante no eliminar ningún alimento de la dieta del niño, sin haber consultado previamente con el médico. No obstante, en el caso de que observes alguna reacción en tu hijo después de haber comido algo, no lo dudes y acude rápidamente a los servicios de salud.