Cepillarse los dientes es una parte esencial que tenemos que aprender las personas en nuestra rutina diaria. Los más pequeños de la casa han de aprender a cómo cuidarse y asearse de forma independiente, y por ello, hemos recopilado la mejor forma de cómo enseñarle a un niño pequeño a cepillarse los dientes.
Inspirar una rutina diaria y esencial es la mejor forma de inculcar un hábito que enseñará a que se cuiden la boca y a limpiar sus dientes. Enseñarlos con respeto y armonía se puede convertir en una experiencia positiva y no como una obligación. Es cuestión de seguir una serie de pasos que hay que practicar para que consigan aprenderlo como un juego.
¿A qué edad se puede enseñar a un niño a cepillarse los dientes?
La higiene bucodental ha de practicarse casi desde que nacen los niños. Cuando ya son bebés, se pueden limpiar las encías con una gasa o paño humedecido. La finalidad es hacerlo después de cada toma para evitar la halitosis infantil.
- Es a partir de los 6 meses cuando empiezan a salir los primeros dientes. A partir de este momento se puede ir ofreciendo un cepillo muy suave que pueda llevarse a la boca para ir practicando. No hace falta utilizar ningún tipo de dentífrico, solo hacerlo con agua.
- Cuando el niño cumple los dos años es cuando puede comenzar a utilizar los cepillos de dientes. Si quieres comenzar a enseñar este tipo de disciplina, se puede ir incorporando la pasta dentífrica, tan solo echando una mínima cantidad, como una lenteja.
- A los cuatro años, el niño ya tiene que ser totalmente independiente para cepillarse los dientes. Además, ya puede ir comenzando con sus revisiones periódicas al dentista.
¿Cómo enseñarle a un niño pequeño a cepillarse los dientes?
La mejor forma de enseñar a un niño pequeño a cepillarse los dientes es predicando siempre con el ejemplo. Ellos son como esponjas y siempre aprenden por imitación. Si los padres son asiduos para lavarse los dientes y hasta tres veces al día, los niños practicarán la misma rutina.
Cepillarse los dientes juntos
Los padres o hermanos pueden hacer la rutina de higiene bucodental junto a los niños. Se puede comenzar haciéndolo en el baño y frente a un espejo. Que se vean reflejados es una bonita idea para que comiencen a verlo como parte de algo divertido.
Hay que hacerlo de 2 a 3 veces al día, con un cepillo de cerdas suaves para no lesionar las encías. Se puede utilizar dentífrico para niños, si no quieres que contenga flúor, se puede utilizar aquellos que son libres de este elemento.
¿Cómo han de cepillarse los dientes?
Enséñalos a cepillarse en pequeños círculos, de forma suave. Además, no deben de hacerlo demasiado suave, para no dañar las encías. Tienen que ir encajando la forma de cepillarse en todos los rincones de la boca, en las caras interiores, exteriores y por encima de las muelas.
¿Se puede utilizar el cepillo eléctrico? Sí que se puede. Ahora existe en el mercado cepillos eléctricos adecuados para los niños, con movimientos rotatorios suaves y uniformes. Este tipo de aparato facilita la limpieza y es más eficaz.
Convierte la rutina en algo divertido y positivo
Se trata de convertir una disciplina en algo divertido, que mantengan la forma de realizarlo sin ningún tipo de esfuerzo. Se pueden ver cómo lo realizan delante de un espejo y asociarlo a algún tipo de música divertida, algún juego, un baile o como parte de una broma. Tienen que relacionarlo como un momento especial. Hay tablas de rutinas que se pueden practicar con los niños para que sus hábitos resulten mucho más entretenidos
No hay que asociar el cepillado de los dientes con algo negativo, ya que los niños pueden retroceder en el intento. Para ello, no hay que meter prisas, hay que ser tranquilos, pacientes, dejar que lo haga de forma positiva y que se tome su tiempo para el cepillado. Hay canciones infantiles en formato vídeo para que lo relacionen de una forma graciosa.
Haz que escoja su propio cepillo de dientes
Una de las experiencias divertidas consiste en poder personalizar su propio cepillo. Cuando estéis en la tienda, deja que escoja el cepillo que le guste, o convéncele de que vais a a hacer una compra divertida.
El cepillo de dientes ha de cambiarse cada tres meses o al menos, cuando esté bastante desgastado. A la hora de comprarlo hay buscar un cabezal de dureza blanda, ya que los de gran dureza puede dañar los dientes y encías. La pasta de dientes también puede escogerla. Las hay de sabores que son específicos para sus gustos, con aromas frutales o mentolados muy suaves.
Todo esfuerzo tiene su recompensa, así se puede incentivar las rutinas de manera saludable. Existen las tablas de rutinas, como ya hemos comentado en las anteriores líneas. Dentro de sus logros, habrá pequeñas recompensas para que se sientan responsables con objetivos.