La inteligencia emocional, es aquella que hace referencia a la capacidad del ser humano de reconocer las emociones, aceptar los sentimientos y gestionarlos. Es decir, la capacidad humana de ser conscientes de los sentimientos y las emociones que permiten relacionarnos en la sociedad. Desde hace algunos años, se le está dando mucha importancia a este aspecto, especialmente en el desarrollo de los más pequeños.
Los niños son como esponjas, que absorben todo aquello que sucede y se muestra a su alrededor. Puedes influir en ellos de manera positiva, trabajando y desarrollando al máximo todas sus capacidades. Esto no significa que todos los niños tengan que desarrollarse al mismo nivel, al contrario. Lo que quiere decir es, que cada niño tiene sus habilidades y en ellas es en lo que hay que trabajar.
Cómo puede ayudar la inteligencia emocional a los niños
Como madre o padre, tienes la capacidad de guiar el camino y futuro de tu hijo y desarrollar su inteligencia emocional. El niño podrá adquirir una serie de hábitos, con los que podrá alcanzar un mayor bienestar emocional, por ejemplo:
- Sabrá reconocer mejor sus sentimientos y los de los demás, será una persona empática
- Aprenderá a expresar sus emociones
- Tendrá una personalidad fuerte, no se dejará llevar por los demás
- Desarrollará la capacidad de reconocer sus errores, además de aprender a rectificarlos
- Podrá enfocarse en lo positivo, en lugar de darle demasiado valor a aquello que no lo es
Juegos para desarrollar la inteligencia emocional
Los niños aprenden a través del juego y de las actividades lúdicas, por eso, aquí te ofrecemos algunos juegos sencillos para que puedas trabajar en casa la inteligencia emocional de tus hijos.
Pintar la música
La música tiene la capacidad de provocar emociones, no en vano, cada vez más se utiliza la musicoterapia como tratamiento para diferentes patologías. Por otra parte, el dibujo y la pintura es el método por el cual, los niños expresan sus emociones. Uniendo las dos disciplinas, conseguirás que tu hijo aprenda a dibujar todo aquello que le transmita la música.
Este es un gran ejercicio para trabajar la inteligencia emocional de los niños. Prepara papel y varios estilos de música, ve cambiando de ritmo, melodía y estilo musical. Los pequeños tendrán que pintar sobre el papel, todo aquello que les haga sentir la canción que escuchan. A través de esa información, podrás conocer mucho más la personalidad de tus hijos.
Dominó de las emociones
Puedes crear este juego tu misma o utilizar como base un dominó tradicional. Tendrás que hacerte con unos dibujos que representen las distintas emociones, incluso puedes pintarlos tu misma. También tendrás que preparar otras fichas en las que aparezcan aquellas situaciones que generan ese estado. Si tu hijo es pequeño, puedes empezar con las emociones más básicas como alegría, amor, tristeza o miedo.
A medida que vayan creciendo o si tienes niños más mayores, puedes añadir otras emociones más complejas como la envidia, la vergüenza o el cariño.
Separar las emociones
Necesitarás dos recipientes que no sean demasiado grandes. Pide a tus hijos que hagan dibujos representando situaciones que les hacen sentir felices, y otras que les hacen sentir tristeza. En un recipiente se colocan las tarjetas de la felicidad y en el otro las de la tristeza. De forma aleatoria, irás sacando tarjetas y entre todos tendréis que crear un debate en torno a ellas.
Primero tendréis que detectar que situación es y después, debatir sobre ella. Algunas preguntas que puedes hacer para crear el debate son:
- ¿Por qué esa situación te hace sentir felicidad?
- ¿Has vivido esa situación que te hace sentir tristeza, o tienes miedo de que pueda ocurrir?
- ¿Qué puede hacer mamá o papá para hacer que esa tristeza se convierta en felicidad?
- ¿Cómo crees que podríamos cambiar esa situación para que en lugar de tristeza te hiciese sentir felicidad?
Lo más importante es que involucres a toda la familia en los juegos para desarrollar la inteligencia emocional. Así, toda la familia se verá beneficiada y no solo los niños.