Los niños no se dejan solos en el coche: ¡ni un minuto!

Bebé durmiendo en silla de seguridad

Ya lo hemos comentado en alguna ocasión, pero no se debe dejar jamás a un niño solo dentro del coche cerrado (y sin que tenga posibilidad de salir): ni en invierno ni en verano… pero es que con temperaturas altas, ¡a quién se le ocurre! Sin embargo todos los años se producen sucesos de este tipo, y desgraciadamente, en algunas ocasiones ya no ha sido posible salvar la vida del pequeño.

Son bebés de entre uno y cinco años los que protagonizan estos incidentes: van atados a sus sistemas de retención y no saben salir de la trampa en la que se convierte un coche cerrado al sol, o simplemente en un día de calor moderado. Cuando leemos esas noticias en las que tras descubrir a un niño dentro del coche, su madre, su padre o ambos (en ocasiones están implicadas también otras personas de la familia) son detenidos, nos preguntamos “¿cómo es posible?”.

Pues es posible porque la mayoría de los casos son involuntarios, y fruto de una distracción, … diréis que eso no es una justificación, y tenéis razón; de hecho entre los tips de prevención que “circulan” se encuentra una estrategia tan sencilla como colocar cerca del niño algún objeto de los que llevamos encima y que automáticamente buscamos al salir del coche y antes de cerrarlo. Por ejemplo la cartera, las gafas de sol, el teléfono (la mayoría de nosotros nos aseguramos de tenerlo, deberíamos hacer lo mismo con los niños, pero eso es otro tema), llaves de casa, tarjeta de puntos del supermercado, …
Hombre abriendo el coche con la llave

En segundo y tercer lugar, en orden de motivos para “abandonar” a un ser indefenso a la suerte de una máquina de paredes metálicas que se puede convertir en un horno de 55º, están el acceso en solitario de los niños estando el coche aparcado (cerrad siempre aunque estéis en casa de campo o similar): entran, se les cierra la puerta y ahí se quedan; y dejar a la niña o niño adrede, para ir a hacer una compra o una gestión. Con la excusa de “serán 5 minutos”, “es un momento”, … los 10 minutos se convierten en 30 y así…

No dejar a los niños solos en el coche…

Ni un minuto, ni dos… Es tan fácil como desatarle y llevarlo con nosotros, es de sentido común y además debería ser instintivo. La temperatura del cuerpo de un niño puede subir de 3 a 5 veces más rápido, tienen menos volumen de agua. En 20 minutos podrían estar sufriendo un golpe de calor, y en 2 horas (o menos) perder la vida. Ya he dicho que no es necesario estar a 40 º exteriores. Le puede suceder a cualquiera, aunque no debería ser así, todas y todos deberíamos tener la capacidad de evitarlo. No sirve dejar la ventana un poco abierta, la única forma de prevenirlo es llevar al niño con nosotros, o dejarlo mientras vamos a arreglar papeles o comprar con alguien de confianza.

¿Y si ves a un niño solo dentro de un coche cerrado en pleno verano?

Pues lo más lógico sería llamar a Urgencias o a la Policía, aunque también podría ser que YA estuviera sufriendo un golpe de calor, en este caso, deberas seguir las instrucciones que se te den por teléfono, incluso si incluyen romper la ventanilla; si es así te dirán que busques una lo más alejada posible del peque para no lastimarle, aunque lo prioritario es salvar su vida. ¿Por qué esta urgencia?

¿Cómo es un golpe de calor?

Quizás muchos de nosotros no lo sabemos identificar (puede que en nuestros propios hijos si). La hipertermia o golpe de calor puede desencadenar el fallecimiento del niño. Se reconoce por piel muy caliente y seca (si la piel está totalmente seca es muy peligroso, porque el cuerpo ya ha usado la sudoración y ni siquiera cuenta con ella), frecuencia cardíaca alta y respiración también rápida y agitada. Por fuera del coche no se verá pero probablemente un niño con golpe de calor tenga dolor de cabeza y llegue a estar decaído en una fase avanzada; pueden suceder convulsiones y pérdida de conciencia.
Interior de un coche

Atendiendo a un peque que ha sufrido hipertermia.

Mientras llegan los servicios de Urgencias, debería ser colocado a la sombra y fresquito, y refrescaremos su piel con agua tibia o toallas empapadas (si tienes a mano toallitas húmedas, también sirven). Si puedes usar abanico o ventilador, mejor. En caso de que esté consciente puede beber un poco a sorbitos.


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