Hace unos pocos aƱos, Katie A. Loth y su equipo publicaron un estudio en Pediatrics que tenia como objetivo estudiar los efectos de estas dos prĆ”cticas parentales relacionadas con la alimentación de los niƱos: restringir y presionar. En relación a un sector de madres y padres que parecen estar incluidos en un āclubā que podrĆamos denominar del plato limpio, o lo que viene a ser āsi no te acabas lo que te he puesto para comer no te levantas de la mesaā, se observaba que al (obligar) presionar al pequeƱo, se inhibe su capacidad natural para autorregular el apetito, y eso es muy peligroso por motivos que podĆ©is imaginar.
Y por si no sois capaces de imaginarlo, desoĆr las seƱales del organismo en este sentido puede dar lugar a sobrepeso, ademĆ”s de que no es natural que necesitemos una voz externa que nos cuente si tenemos o no bastante; vamos que, ademĆ”s de antinatural, como mĆnimo se me antoja absurdo. Bueno pues los padres a falta de información fiable y de āechar un poco mano del instintoā, nos venimos a fiar de opiniones ajenas; y no todas son saludables, desde luego. Por ejemplo pasarte un dĆa viendo como tu propia madre cocina con alimentos bĆ”sicos, mezclas equilibradas de ingredientes, presencia de hortalizas y mucha paciencia, es bueno; hacerle caso cuando te insiste que al bebĆ© hay que introducirle la cucharada de purĆ© en la boquita para despuĆ©s encajar en el mismo orificio el chupete (y asĆ no se sale nada) no es tan bueno. Son solo ejemplos, claro estĆ”, pero la Ćŗltima acción de NestlĆ© con su producto / complemento alimenticio como abanderado, es muy real; y ademĆ”s no me gusta nada de nada.
En el vĆdeo (y no es el Ćŗnico que sirve para promocionar los batidos Meritene Junior), vemos a una madre enfadada, y tambiĆ©n algo desesperada por las comidas de su hijo. Ā”No es para tanto!, le dirĆa yo; y quizĆ”s muchos lectores se alarmen ante mis afirmaciones: Āæcómo? Āæque estĆ”s de acuerdo en que el niƱo no coma el brócoli?, pues sĆ (es una verdura que a muchos adultos tampoco les gusta), pero la cuestión no es solo esa. Resulta que me niego a que se obligue a los niƱos a comer, me resulta incómoda la escena y veo en ella a una madre insegura y con falta de confianza. Y esto es justo es lo que puede estar buscando la marca: padres insegurosā¦
Una madre insegura y su hijo que no come

De eso van los vĆdeos: las madres (con toda su buena intención), ponen verduras en el plato de los niƱos, saben que la dieta de los peques debe estar compuesta por varias raciones de hortalizas y frutas al dĆa. Pero se empecinan en exceso, y el resultado es su enfado creciente y la frustración del niƱo. Hay otras formas (quizĆ”s no tan rĆ”pidas pero seguramente mĆ”s efectivas) de conseguirlo. Para empezar: paciencia, paciencia y mĆ”s paciencia; para continuar, escucha al niƱo.
Muchos leerĆ”n lo que acabo de escribir y se llevarĆ”n las manos a la cabeza Āæescuchar a los niƱos?, pues sĆ, verĆ©is, a mi hija pequeƱa le ha costado mĆ”s comer como (digamos) un adulto esperarĆa⦠la friolera de 5 aƱos, pero el objetivo se consiguió, y sin presiones. Le gusta mucho el dulce y los hidratos, como a muchos niƱos y si le pregunto āĀæquĆ© quieres comer?ā igual me contesta todos los dĆas: āpastaā (lo cual no es igual a que yo se la haga 7 veces a la semana). Pero no me refiero a eso, me refiero a cuando te dicen āes que yo las carlotas hervidas ācomo que noā, āĀæpor quĆ© no me las pones crudas?ā; ya tenemos a una peque satisfecha porque una de sus hortalizas favoritas le es servida cruda, rallada y con un poco de aceite, problema resuelto. Ella y su hermano comen frutas para merendar, la fruta que mĆ”s les gusta, y no porque les haya obligado, sino porque he sabido respetar, y esperar.
https://www.youtube.com/watch?t=33&v=eFk2uQuJj08
Como me contó en una ocasión Julio Basulto, al que ya conocemos por este libro, el ejemplo de los padres es determinante, y una herramienta muy poderosa frente a las (ocultas) intenciones de la industria de la alimentación. Me aportó ademĆ”s una visión muy natural de la alimentación infantil, en cuanto a esas dudas que tenemos los padres sobre alimentos; lo resumĆa en (refiriĆ©ndose a todo lo que percibimos como comida basura) āno ofrecer, no negarā. O lo que es lo mismo, no tengas productos de alimentación insanos en casa, no los ofrezcas fuera de ella, si en alguna ocasión escondes las chuches sobrantes de una fiesta y las descubren los niƱos, no las niegues. Y en lo tocante a la comida saludable, mejor si estĆ” presente, disponible, y si la ofreces sistemĆ”ticamente para las 4 / 5 comidas diarias que realizan tus hijos.
No soy nutricionista, aunque a fuerza de informarme, hacer uso de mi sentido común y escuchar las necesidades genuinas de mis niños (y mis preocupaciones respecto a su salud), algo sé sobre alimentación equilibrada
No soy nutricionista, pero Juan Revenga en esta estupenda entrada (y estupenda se queda corto) lo borda, y Ć©l si que lo es; tampoco es el Ćŗnico que ha alzado su voz contra la estrategia de Meritene, aquĆ podĆ©is leer a Pilar MartĆnez (licenciada en farmacia y asesora de lactancia). Alargar la lista con las personas que se preocupan por que los niƱos desarrollen hĆ”bitos de salud mediante la alimentación, resultarĆa (quizĆ”s) excesivo, asĆ que voy a continuar con mi propósito.
Errores del anuncio

- Los niños protagonistas comen solos: no hay ejemplo de los padres, y sà una actitud un tanto intimidante.
- Si un niƱo escupe la comida, o la esconde⦠yo me lo plantearĆa. No es obligado que les guste de todo, sĆ vale, nos han dicho que los lĆ”cteos son buenos, pero Āæno te da igual un trozo de queso que un yogur?; lo mismo con las frutas Āæse acaba el mundo si prefiere granada a mandarina? No sĆ©, a veces lo complicamos todo en exceso.
- Los niƱos saben autorregularse, empujarles el plato hasta la saciedad solo puede provocar rechazo, poneos en su lugar.
- El Meritene Junior: en El Comidista, nos cuentan un poco sobre el anÔlisis nutricional del producto. Y yo me llevo las manos a la cabeza, mÔs azúcar que una lata de Coca Cola, poco aporte de vitaminas y minerales, muy caro, comercialización muy selecta (solo en farmacias).
- ĀæSi te dice tu hijo que eres mala lo estĆ”s haciendo bien?, verĆ”s: no necesariamente. Imagina a uno de esos padres que castigan fĆsicamente a sus hijos (ya sabes, cachetes y azotes), a lo que los peques antes de llegar a estar sometidos, se rebelan gritando āĀ”eres muy malooooooooo!ā. ĀæLo hace bien ese padre? Ā”venga ya! ĀæquĆ© clase de elaboración perversa estamos viendo en los anuncios?
DespuĆ©s de saber esto, a una de las conclusiones que llego es que ofreciendo productos de este tipo, estamos hiper alimentando a los mĆ”s pequeƱos (mĆ”s azĆŗcar que una Coca Cola, no me lo quito de la cabeza). Creo que en general no tenemos ni idea de las consecuencias que ello puede acarrear, pero estamos a tiempo, eso sĆ. El batido no es maravilloso, y a los niƱos espaƱoles no les faltan nutrientes, en la Ć©poca que vivimos; asĆ que otra conclusión es que no sólo se vende el producto, sino la idea de una forma de maltrato, porque sĆ: obligar a comer estĆ” muy feo. Como apunta sabiamente Pilar en el enlace anterior, Āæverdad que no obligas a tu marido a comer? Āæa tu mujer? Āæa tu hermana? Āæa los amigos a que invitas a cenar?, y desde luego no serĆ” porque coman de todo, porque adultos que lo hagan, conozco muy pocos, Āæte pasa lo mismo?
Para finalizar, tanto revuelo se ha armado ācontraā el producto y los anuncios, que ya hay una petición pĆŗblica pidiendo su retirada.
Imagen ā U.S. Department of Agriculture.
QuƩ significa alimentar sin batidos: base de una dieta densa en nutrientes

La nutrición infantil se apoya en los mismos pilares que la de adultos: vitaminas, minerales, hidratos, proteĆnas y grasas. Lo clave no es āaƱadir batidosā, sino ofrecer alimentos reales, variados y poco procesados que cubran esas necesidades segĆŗn la edad y el nivel de actividad.
Cuando una dieta estĆ” compuesta por comidas ricas en nutrientes y bajas en azĆŗcares, grasas saturadas y sal aƱadidos, los niƱos obtienen lo que necesitan con menos calorĆas āvacĆasā. Ten a mano estos grupos:
- ProteĆnas: mariscos, carnes y aves magras, huevos, legumbres y soja; frutos secos y semillas sin sal.
- Frutas: frescas, congeladas, enlatadas en su jugo o secas (1/4 taza de fruta seca equivale a una ración).
- Verduras: variedad de colores; incluye guisantes y judĆas; si son enlatadas o congeladas, elige bajo sodio.
- Cereales integrales: avena, pan o pasta integral, quinoa, arroz integral/silvestre, palomitas sin extras.
- LÔcteos: leche, yogur o queso bajos en grasa (o bebidas de soja fortificadas), según preferencias y tolerancia.
Al mismo tiempo, limita con intención:
- AzĆŗcares aƱadidos: evita refrescos y bebidas azucaradas, cereales dulces y postres. Revisa etiquetas para identificar azĆŗcar moreno, jarabe de maĆz, miel y otros sinónimos.
- Grasas saturadas: predominan en carnes grasas, lĆ”cteos enteros, bollerĆa y comida rĆ”pida. Sustituye al cocinar por aceites vegetales y frutos secos.
- Sal (sodio): se esconde en panes, embutidos, sopas preparadas y platos procesados. Prefiere alimentos frescos y productos con etiqueta ābajo en sodioā.
Meriendas escolares: qué falla y cómo mejorarlas

Las meriendas escolares suelen basarse en galletas, bollerĆa o embutidos con pan blanco, acompaƱados de zumos o lĆ”cteos azucarados. DetrĆ”s estĆ”n la falta de información, el marketing que disfraza de saludable lo que no lo es y la ausencia de educación nutricional formal.
¿Qué hacer? Revisa etiquetas y prioriza opciones reales y sencillas: agua, fruta entera, pan integral con tomate y aceite de oliva virgen, queso en su versión natural, atún, hummus o aguacate. La consigna útil es: si hay hambre, comerÔn opciones saludables, y esa es una gran oportunidad a la salida del cole.
GuĆa de porciones y necesidades por edades

Las cantidades dependen de crecimiento y actividad. Estas referencias orientativas ayudan a planificar menĆŗs realistas sin recurrir a batidos ācompletosā ultraprocesados:
- De 2 a 4 aƱos (niƱas): 1000ā1400 kcal; proteĆna 56ā113 g; frutas 1ā1,5 tazas; verduras 1ā1,5 tazas; granos 85ā141 g; lĆ”cteos 2ā2,5 tazas.
- De 2 a 4 aƱos (niƱos): 1000ā1600 kcal; proteĆna 56ā141 g; frutas 1ā1,5 tazas; verduras 1ā2 tazas; granos 85ā141 g; lĆ”cteos 2ā2,5 tazas.
- De 5 a 8 aƱos (niƱas): 1200ā1800 kcal; proteĆna 85ā141 g; frutas 1ā1,5 tazas; verduras 1,5ā2,5 tazas; granos 113ā170 g; lĆ”cteos 2,5 tazas.
- De 5 a 8 aƱos (niƱos): 1200ā2000 kcal; proteĆna 85ā155 g; frutas 1ā2 tazas; verduras 1,5ā2,5 tazas; granos 113ā170 g; lĆ”cteos 2,5 tazas.
- De 9 a 13 aƱos (niƱas): 1400ā2200 kcal; proteĆna 113ā170 g; frutas 1,5ā2 tazas; verduras 1,5ā3 tazas; granos 141ā198 g; lĆ”cteos 3 tazas.
- De 9 a 13 aƱos (niƱos): 1600ā2600 kcal; proteĆna 141ā184 g; frutas 1,5ā2 tazas; verduras 2ā3,5 tazas; granos 141ā255 g; lĆ”cteos 3 tazas.
- De 14 a 18 aƱos (niƱas): 1800ā2400 kcal; proteĆna 141ā184 g; frutas 1,5ā2 tazas; verduras 2,5ā3 tazas; granos 170ā226 g; lĆ”cteos 3 tazas.
- De 14 a 18 aƱos (niƱos): 2000ā3200 kcal; proteĆna 155ā198 g; frutas 2ā2,5 tazas; verduras 2,5ā4 tazas; granos 170ā283 g; lĆ”cteos 3 tazas.
Son rangos amplios: observa el apetito, la actividad y la curva de crecimiento de tu hijo con su pediatra para ajustar sin forzar.
Enriquecer la dieta sin batidos comerciales

Si un niƱo sano necesita mĆ”s energĆa, apostar por alimentos reales y tĆ©cnicas culinarias sencillas permite subir calorĆas y nutrientes sin aumentar demasiado el volumen:
- LĆ”cteos: leche/yogur/queso (preferir naturales). La leche en polvo aumenta proteĆnas y cremosidad en purĆ©s.
- Huevo: alto valor biológico; yema rica en grasas; en tortilla, revuelto o cocido picado.
- Frutas y frutos secos: fruta madura mĆ”s energĆ©tica y prebiótica; frutos secos molidos para sumar calorĆas saludables.
- Aceite de oliva: mejora densidad energƩtica y aporta vitaminas liposolubles.
- Cereales y pan: base de hidratos; Ćŗtiles para espesar y dar textura.
- Carnes y pescados: pescados azules por sus grasas poliinsaturadas; carnes blancas por digestibilidad.
Consejos prĆ”cticos: combina legumbre+cereal (lentejas con arroz) para mejorar el perfil proteico; ajusta horarios, evita āpicarā constante; varĆa preparaciones y texturas; acompaƱa con pan con aceite; y cuando haya enfermedad, adapta textura y frecuencia (tomas pequeƱas, frĆas si hay dolor de garganta, mĆ”s lĆquidas si hay fiebre).
Trucos en platos reales: en cremas y purƩs, aƱade queso rallado, huevo duro, frutos secos triturados o un chorrito de aceite. Gratina verduras y pastas con bechamel casera, usa aguacate en ensaladas y purƩs, en legumbres incorpora hummus o yema de huevo, y cocina carnes/pescados con rebozados caseros y salsas sencillas.
ĀæBatidos? Si se plantean, que sean caseros y puntuales, enfocados a necesidades concretas y siempre priorizando alternativas sin azĆŗcar aƱadido: leche o yogur natural con plĆ”tano maduro, avena y frutos secos molidos. Las versiones con nata, galletas o miel elevan mucho el azĆŗcar y deberĆan reservarse solo si hay indicación profesional.
Desayunos, almuerzos y meriendas que sĆ funcionan

Es preferible un desayuno breve a uno insano. No hay āprohibidosā si son alimentos saludables, pero la combinación ideal es lĆ”cteo + cereal integral + fruta. Agua siempre como bebida principal.
- LƔcteos: leche normal (en niƱos no hay motivo para desterrarla), yogur natural. Si el yogur Ɣcido no gusta, combina con fruta troceada.
- Cereales: sin azĆŗcar aƱadido; evita bollerĆa y galletas (tambiĆ©n las ācaserasā sobredosificadas en azĆŗcares y grasas).
- Pan: mejor integral, con aceite de oliva y tomate; cuidado con aƱadir sal extra.
- Rellenos: prioriza queso natural, atún, hummus, aguacate o jamón serrano ocasional; reduce embutidos.
Un consejo Ćŗtil: a la salida del cole lleva fruta entera y un bocadillo sencillo. Con hambre real, el niƱo aceptarĆ” mejor opciones saludables y evitarĆ”s zumos, batidos o yogures lĆquidos azucarados.
Fruta entera mejor que zumo: por quƩ

El zumo, incluso el recién exprimido, aporta sobre todo azúcares libres y carece de la fibra que regula la absorción. Cinco claves:
- Fibra: se pierde al exprimir; la fruta entera mejora saciedad y trƔnsito.
- Azúcar libre: al romper la matriz, los azúcares se absorben rÔpido y elevan la insulina.
- Saciedad: masticar fruta llena mƔs que beber su zumo.
- CalorĆas: se concentran; para un vaso de zumo se usan varias piezas.
- Malos comedores: un zumo a media tarde puede ārobarā el hambre de la siguiente comida.
Las sociedades pediĆ”tricas recomiendan: 0 zumo antes del aƱo; de 1 a 6 aƱos, como mĆ”ximo medio vaso al dĆa; a partir de 6 aƱos, no mĆ”s de un vaso. Mejor aĆŗn, ofrecer siempre fruta entera y reservar el zumo para ocasiones contadas.
Publicidad alimentaria y reclamos de āvitaminas aƱadidasā
Analizaron mĆ”s de 500 productos con publicidad dirigida a niƱos y adolescentes y el 97% no era saludable. No sorprende si recordamos galletas ācon dibujosā, cereales con formas o batidos ācon calcio y vitaminasā que en realidad son azĆŗcar con marketing.
El reclamo ācon vitaminas aƱadidasā a menudo solo maquilla un producto pobre. Entre galletas āenriquecidasā, la mayorĆa van dirigidas a peques y ninguna es buena opción diaria. En cereales de desayuno, los realmente saludables rara vez se venden a niƱos. Y en bebidas de frutas, no hay recomendables aunque exhiban listas de vitaminas.
Urge poner coto a esta publicidad y, mientras tanto, usar dos escudos: leer etiquetas (azĆŗcar, grasas, sal) y dar ejemplo en casa. Si no entra, no se ofrece; si aparece ocasionalmente, no se demoniza, pero tampoco se normaliza.
Crear hĆ”bitos: el ādiario saludableā en casa
Una herramienta eficaz es un diario saludable que refuerce tres objetivos: 5 raciones de frutas y verduras al dĆa, 60 minutos de actividad fĆsica y reducción del tiempo de pantallas (en menores de 6 aƱos, cuanto menos pantalla, mejor).
Cómo aplicarlo en familia: cuando se cumpla una ración en desayuno, media maƱana, comida, merienda o cena, se āpegaā una marca. El reto es llegar a cinco marcas diarias. Cada dĆa con actividad suma otra, y si se evita pantallas innecesarias, otra mĆ”s. Revisa cada semana con tu hijo y celebra las metas. Mantener el sistema durante varias semanas crea hĆ”bitos sostenibles sin recurrir a premios comestibles.
¿Y lo ecológico? Qué significa y la excepción del pescado
Un producto ecológico estÔ certificado con sello oficial y se basa en respeto al medio ambiente, normas de producción y control. Su objetivo es reducir residuos indeseables y promover ciclos naturales. Como excepción, los pescados salvajes no pueden etiquetarse como ecológicos por no poder controlarse su dieta en libertad, por lo que ciertos tarritos de merluza salvaje no portan ese sello.
Elegir ecológico puede ser un plus, pero lo que mĆ”s impacta es la calidad global de la dieta: verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, proteĆna de calidad y agua.
Seguridad, apetito y convivencia
Hay dĆas que tu hijo no querrĆ” merendar, y no pasa nada: ninguna comida aislada es imprescindible si el total del dĆa estĆ” bien resuelto. Evita correr con comida en la boca por riesgo de atragantamiento y recuerda el Plato de Harvard como marco: mitad verduras; la otra mitad, a partes iguales, proteĆnas y carbohidratos de calidad. Como grasa, aceite de oliva, aguacate o frutos secos (adaptando texturas y edad).
La mesa es tambiĆ©n un espacio de vĆnculo y aprendizaje: comer en familia, sin pantallas y sin presionar, potencia el apetito y la variedad a medio plazo.
Ideas de uso real sin batidos āmilagroā
- Desayuno: leche o yogur natural + avena o pan integral + fruta entera. Agua.
- Almuerzo del cole: plÔtano o uvas + bocadillo pequeño de pan integral con tomate y atún/queso/hummus.
- Comida: lentejas con arroz y verduras + pollo o pescado + ensalada + fruta.
- Merienda: yogur natural con fruta troceada y frutos secos molidos o pan integral con aguacate.
- Cena: crema de verduras con aceite de oliva + tortilla francesa/boquerones al horno + fruta.
Si necesitas sumar energĆa, usa enriquecimiento natural: aceite de oliva, frutos secos triturados, quesos naturales, huevo, legumbres con cereal y salsas caseras sencillas. Nada de azĆŗcares ocultos en batidos de fantasĆa.
Todo esto, unido a lo que ya sabĆamos del anuncio: no obligues a comer, observa, acompaƱa y confĆa en su autorregulación. La mejor ānutrición infantil sin batidosā empieza en la compra, sigue en la cocina y se consolida en la mesa en familia. Con paciencia, información veraz y el ejemplo diario, los niƱos aprenden a comer mejor que con cualquier batido āmilagrosoā.