Hoy es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y por desgracia, las cifras a día de hoy siguen siendo descorazonadoras. Según los informes publicados hoy mismo por UNICEF, 121 millones de niños seguirán siendo victimas de la explotación infantil en el año 2025. Lo que significa que por desgracia, millones de niños en el mundo seguirán cada día viviendo experiencias impropias para su edad, sin disfrutar de todo lo que posiblemente tus hijos tienen cada día.
A pesar de que esta parece una lucha complicada, y que la realidad es que debe de realizarse desde el ente mayor, lo cierto es que cada uno tiene la responsabilidad de luchar contra esta barbarie en su día a día. Cada persona dentro de sus posibilidades, porque todos tenemos la obligación de pelear y luchar por esos niños que no tienen infancia. Quizá pienses que tú eres tan solo una persona y que no puedes hacer nada por ellos, pero nada más lejos de la realidad.
¿Quieres saber qué puedes hacer tú para luchar contra el trabajo infantil?
Cada granito de arena es fundamental en una lucha tan importante como esta. Cada gesto cuenta, especialmente aquel que influye directamente en aquellos que serán los líderes del futuro, los niños. Como padre o madre, tu influencia es clave en el desarrollo de tus hijos. Todo aquello que les inculques, que les enseñes o aquello con que les des ejemplo, marcará su camino en el futuro.
Por ello, tu principal función en la lucha contra el trabajo infantil comienza en casa, en la educación de tus propios hijos y en tu forma de vivir o de desarrollar tus costumbres. A continuación, te mostramos algunos ejemplos de cómo puedes colaborar en esta batalla.
Concienciar a tus niños
No se trata de adoctrinarles sobre todos los males que abundan en la tierra, pero sí de hacerles partícipes de todo aquello que sucede más allá de la protección de su hogar. De una manera adecuada, los niños deben saber que hay otros muchos niños en el mundo que no pueden jugar porque su tiempo lo dedican a trabajar. Porque si se lo explicas de una forma sencilla, tranquila y respetuosa, tus hijos entenderán que son unos privilegiados y crecerán con el valor de la gratitud.
Incluso, es posible que en tu propia familia existan casos de familiares que tuvieron que ejercer algún trabajo cuando aún eran niños pequeños. Muchos de nuestros padres o abuelos vivieron esta situación y esta puede ser una gran historia que contar a vuestros hijos. Porque no hay mejor manera de ver la realidad que cuando la tienes de frente y en persona.
Fomenta el consumo responsable
La sociedad del primer mundo está sumida en un consumismo exacerbado, donde todo el mundo quiere tener más que el del al lado. Por desgracia, para poder cubrir esa demanda se tiene que multiplicar el trabajo en los países en vías de desarrollo, es decir, países donde se vulneran los derechos de los niños.
Por ello, es fundamental fomentar el consumo responsable, huyendo del consumismo e informándote bien sobre las condiciones de trabajo en el país del que proceda el objeto o la prenda. Reutiliza tus productos en la medida de lo posible, siempre puedes darle una segunda vida a tus prendas a través del DIY o realizar juguetes únicos y especiales fomentando el reciclaje.
Colaborar con asociaciones
Existen muchas asociaciones dedicadas en exclusiva a luchar por los derechos de los niños. En la medida de tus posibilidades, puedes colaborar con pequeñas aportaciones económicas que serán de gran ayuda para los niños que no tienen nada. También puedes contribuir con tu trabajo desinteresado, aportando tus conocimientos, tus experiencias o cualquier cosa que pueda ser de ayuda para las personas que organizan la asociación.
Entre todos podemos hacer de este un mundo mejor, cada pequeña aportación es necesaria en esta lucha. Los niños no son ciudadanos de segunda, a pesar de que a muchos desalmados en el mundo se les olvida. Lucha por ellos como lo harías por tus propios hijos, porque desgraciadamente, ellos no tienen la posibilidad de hacerlo.