El sangrado durante el embarazo es algo poco habitual, y el hecho de que se produzca puede ser un indicativo de que algo no se está desarrollando bien. No obstante, dependiendo del momento del sangrado, de su forma y color, será un indicativo que podemos plantearnos. En este artículo nos centraremos a resolver cuando se produce “sangre al limpiarme después de orinar en el embarazo”.El sangrado es un hecho que siempre hay darle importancia.
En el embarazo puede surgir por muchos motivos, pero siempre de forma esporádica y alrededor de los tres trimestres. Pero un sangrado de forma puntual sin signos que lo deriven a algo típico, puede ser un indicio de un aborto inminente o de una infección o afección que puede requerir algún tipo de urgencia.
Sangre al limpiarme después de orinar en el embarazo
El sangrado a lo largo de todo el embarazo puede llegar a estar presente, pero de forma puntual. Por ello, hemos clasificado los motivos del sangrado, principalmente cuando lo descubres después de ir al baño, y durante la evolución de cada trimestre en el embarazo.
El primer trimestre
En el principio del primer trimestre se origina el proceso de implantación. Es cuando el óvulo fecundado se implanta dentro de la cavidad uterina (el útero) para comenzar su nueva vida e iniciarse el embarazo. El sangrado se puede producir durante estos días, y se produce a los siguientes días de la fecundación.
En la formación del tapón mucoso. Este tapón es fundamental y se forma para evitar la entrada de cualquier microorganismo patógeno que pueda perjudicar al embarazo. Funciona como barrera y durante su formación se puede crear un pequeño sangrado.
Transformación de los vasos sanguíneos. Durante la implantación y el siguiente paso a su desarrollo se crean una serie de vasos sanguíneos más complejos y de mayor calibre para poder transportar la sangre de la madre al bebé.
El tipo de sangrados suelen ser de un tono rosa claro, generalmente después de la implantación. Sería grave o sinónimo de atención médica cuando ese sangrado tiene una prolongación mayor de 24 horas, si comienza de leve a intenso, con la expulsión de tozos de tejido y va acompañado de dolor abdominal, cólicos o fiebre.
El segundo trimestre
En este trimestre no hay hechos físicos naturales que repercutan en el sangrado. Tan solo si se han mantenido relaciones sexuales, o si ha habido una visita ginecológica dónde se ha realizado un examen. No obstante, el sangrado no ha de durar más de un día ni el color ha de ser de un rojo intenso.
Hay que acudir a urgencias cuando el sangrado se prolongue más de un día, sea de un color rojo brillante cuando te vas a limpiar después de ir al baño o manchas constantemente. Incluso si sientes dolores abdominales, fiebre y cólicos.
En el tercer trimestre
En la etapa final del embarazo hay pérdidas de sangre ocasionales. Puede llegar a ser habitual fijarse que hay un pequeño escape de sangre cuando hay que limpiarse después de ir al baño, generalmente 15 días antes de la fecha del parto.
Hay que fijarse bien en el color de esta pérdida, ya que lo habitual se encuentra entre un tono rosado o color marrón, otro color más intenso y con mucha cantidad es sinónimo de algo que hay que consultar bajo una opinión médica. Si además, se acompaña de un fuerte dolor hay que darle bastante importancia, ya que puede ser una amenaza de aborto, muerte fetal o parto prematuro.
Los últimos días del parto suelen estar acompañados de la expulsión del tapón mucoso y esto suele ocurrir cuando se detecta sangre al limpiarse después de orinar o que ha sido expulsado en el mismo bidé (en el agua). Suele representarse como una gelatina rugosa con restos de sangre y es sinónimo de que el parto se puede producir en los siguientes días.
Ante cualquier tipo de sangrado, hay que anotar todas las características de cómo se ha producido, su color y en qué momento. Ya que será de vital importancia conocer cualquier detalle y se concluya en un diagnóstico preciso.