Cuando se acercan las últimas semanas de embarazo la mujer está intranquila por el momento en el que nacerá su hijo, y si sabrá detectar las señales.
Una de las preguntas más habituales que invaden los pensamientos de una embarazada, es saber cuándo se está de parto. En este artículo se darán algunas pistas para tenerlo más claro.
La etapa final del embarazo
Tras dos trimestres cargados de intensos y novedosos momentos, un tiempo en el que todo lo ocurrido cala profundamente en la mujer, llegan las últimas semanas. La embarazada está cansada, pero probablemente se encuentre más fuerte mentalmente y haya dejado atrás las inseguridades, miedos y malestar del primer trimestre. En esta etapa la embarazada quiere llegar al parto y conocer al fin a su bebé.
Cuando se acercan las últimas semanas de embarazo la mujer está intranquila por el momento en el que nacerá su hijo. Generalmente está más pendiente de síntomas anormales que pueda percibir y que termina consultando al ginecólogo o matrona. Es importante saber reconocer las señales que indican el momento final de la etapa para estar relativamente preparada y actuar con responsabilidad y seguridad.
Señales que avisan del parto
En el tramo final del embarazo hay una serie de indicadores que permiten conocer que el parto está cerca, como la rotura de bolsa de aguas o las contracciones de Braxton Hicks.
Rotura de bolsa de aguas
Sin duda alguna el síntoma más evidente y común con el que suele identificarse la llegada de un bebé, es romper aguas. La premura en acudir al hospital se acentúa si las aguas son sucias, es decir, si salen con un tono oscuro. En este caso es mayor la urgencia en coger la maleta e ir al hospital, ya que el niño puede aspirar e ingerir ese líquido. Si en algún momento existe duda entre si se ha roto aguas o es flujo abundante, algo probable en la etapa final del embarazo, es mejor dirigirse al centro hospitalario de referencia.
Expulsión del tapón mucoso
A pocos días de dar a luz se desprende por la vagina una sustancia viscosa que recibe el nombre de tapón mucoso. En ocasiones es evidente para la mujer, en otras no es consciente de expulsarlo. Es conveniente que en los últimos días la embarazada se de duchas cortas, y sobre todo preste mayor atención a su higiene si disfruta de baños en piscinas públicas. Lo más recomendable es secarse bien al salir y cambiarse la prenda de vestir inferior.
Contracciones de parto y dilatación
El parto es cuestión de momentos cuando las contracciones que siente la mujer se regulan cada vez más y se tornan más agudas. Cuando el dolor es ya insoportable y es difícil hablar, el momento de parto ha llegado. Dos o tres contracciones cada diez minutos son las cifras normales de referencia. Ningún parto es igual, así que una vez en el hospital y teniendo claro que la llegada del bebé se producirá muy pronto, es tiempo de dilatar. Ese trabajo puede durar horas en el peor de los casos. En ningún caso la mujer debe pasar por alto un sangrado abundante.
Mejoría en la respiración
Otro de los indicativos menos conocidos por las embarazadas, sobre todo en el caso de primerizas, es que llega a producirse una mejoría en su respiración. Probablemente en las últimas semanas antes de dar a luz el bebé ya se haya colocado, esto implica que la barriga estará más baja y se note más presión en la pelvis. Sin embargo algo positivo es que la mujer logra respirar mejor y no sentirse ahogada, sobre todo al tumbarse boca arriba.
Contracciones de Braxton Hicks
Finalizando el embarazo algunas mujeres llegan a sentir contracciones. Estas contracciones reciben el nombre de Braxton Hicks. No son las típicas y dolorosas molestias de parto que llegan a dejar exhausta a la mujer, sino que tienen corta duración y se clasifican en leves en cuanto al padecimiento que puede tener la embarazada. Estas contracciones favorecen que el útero de la mujer se vaya ensanchando e indican que el proceso está llegando a su fin.