
El niño adoptado carece del apego de una madre y un padre de sangre desde el nacimiento.
El abandono de un padre es una herida difícil de cerrar, pese a que dispongas del afecto y cuidado de otros. Vamos a descubrir qué causa que los hijos abandonados y adoptados necesiten encontrar sus raíces y conocer a sus padres biológicos.
Un padre no interioriza su nuevo rol por mera genética, un padre es quien ejerce y está presente en todo momento, no obstante, en muchas ocasiones la sangre y el apego juegan un papel decisivo para los hijos. Llega un momento en la vida en la que necesitas encontrar respuestas en tu propio entorno y el de tu familia biológica. Has de ser muy fuerte psicológicamente y tener las ideas muy claras para tomar una decisión tan trascendental en lo que va a ser un cambio drástico nuevamente en la vida.
Cuando unos padres deciden abandonar a su hijo, bien sea por economía, falta de estabilidad emocional o madurez, miedos, problemas familiares…, comienza un proceso de desestructuración a nivel emocional, tanto en los padres como en el hijo. El hijo carece del apego de una madre y un padre de sangre desde el nacimiento. Ese apego favorece el desarrollo para futuras relaciones sanas y estables con la sociedad, autoestima y seguridad.
Los niños que han sido abandonados y en un futuro necesitan encontrar respuestas y conocerse, ven la búsqueda como algo que les lleva a la liberación. El “saber” implicará entender muchas situaciones, actuaciones, características o rasgos personales. La familia adoptiva debe facilitar el proceso y colaborar si el niño lo pide y desea. En bastantes ocasiones los hijos por miedo a dañar a sus padres adoptivos, callan, lo hacen a escondidas o tras su muerte.
En busca del pasado
Llega un momento en la vida en la que necesitas encontrar respuestas en tu propio entorno y el de tu familia biológica.
No es fácil encontrar respuestas, sin embargo, es un derecho de las personas adoptadas y pueden hacerlo por su cuenta siempre y cuando lo consideren. Los niños adoptados necesitan saber, cubrir vacíos y cerrar un capítulo del pasado desconocido. Los niños que han sido adoptados podrán avanzar en su desarrollo de identidad personal, en el momento que en que asuman y acepten que son parte de dos familias, aunque de distinto modo. El porcentaje en el que quieren tomar partido ya es un tema perteneciente al protagonista.
- Conocer la verdad, las respuestas: Quienes han pasado de pertenecer a una familia de forma consanguínea para adentrarse en otra, sienten que ha habido una ruptura en su historia y necesitan descubrir los motivos, que les saquen de dudas y les afirmen que no han sido culpables de nada. Muchos niños llevan el peso de la culpa y sienten que han fallado como hijos, que no les querían y no eran merecedores de ese afecto. Es conveniente hablar y explicarles todo, de un modo pausado y comprensible. Nadie puede construir una vida y un futuro sobre lo desconocido y sobre un vacío existencial.
- Lograr la identidad: Las personas que rodean al menor, bien sea la familia natural o adoptiva, aportan valores para su día a día y componen su identidad y realidad. El niño necesita superar el abandono pese a que se encuentre feliz y amado en su nueva familia. Si viene de otra familia, necesita tiempo para adquirir confianza y apego hacia los nuevos miembros.
- Miedo al abandono: Un niño que ha sido abandonado por sus padres, vive con el miedo a sufrirlo de nuevo e incluso creen merecérselo. Es de personas valientes, curiosas, despiertas y sanas querer saber más y temer sentir angustia. Tanto padre biológicos como el niño deben entender los nuevos roles, posturas y tener muchas conversaciones y confianza para hablar, discutir y preguntar sin miedos, presiones o tabúes.
- Comunicación: Conviene ser honestos con el niño, responder con la verdad, no dar evasivas…Es adecuado que los padres biológicos pongan palabras y facilidades para mitigar la angustia del niño. Debe estudiarse y trabajarse con los niños desde pequeños, incluso en terapia. En la adolescencia todo es más complejo y la búsqueda de su identidad personal es un tema principal y costoso. Cuando son pequeños quieren conocer y no están en esa etapa vital tan llena de altibajos y revolución hormonal, por lo que se les puede explicar poco a poco, dejarles preguntar, consultar, averiguar, sin estar tan a la defensiva…
- Base segura y arraigo : Cuando el niño se siente parte de su familia adoptiva como si fuese la única y cuando acepte sin rencor y con tranquilidad su situación podrá continuar su vida feliz. Cuando el niño sigue con ese duro peso detrás, permanecerá estancado y sin poder pasar página, victimizándose y preguntándose el porqué constantemente. Si sus padres, su familia adoptiva no pone trabas, ni se siente apartada o de segunda, juntos podrán evolucionar, respetarse y quererse más. En casos tan arduos y que ponen a prueba la fortaleza, conviene mantenerse firme y seguro. La adversidad y las ganas de lucha y conocimiento lo posibilitan todo.
Cuando un niño es adoptado su pasado llega a la nueva familia. La mochila del niño llega cargada de miedos, preguntas…, y todo debe ser compartido por los miembros que le rodean. El niño no debe sentirse solo, está muy vulnerable y necesita afianzarse a nivel emocional y sentir fuertemente la protección de sus padres adoptivos. Es muy fuerte la necesidad de completar las respuestas en blanco para evolucionar mentalmente.