¿Calmar el llanto de un bebé siguiendo una técnica? Mejor lo mantienes cerca de tu cuerpo

Llanto del bebé

A principios de este mes, se hizo viral un vídeo protagonizado por el médico californiano Robert Hamilton, quien utiliza una técnica llamada “The Hold” para calmar el llanto de un bebé, cuando es intenso. Todos sabemos qué se siente cuando el recién nacido llora, no se conoce el motivo, y además no atinamos a calmarle; muchas veces es la actitud de los padres la que impide ver la solución, pues nos ponemos nerviosos y lo transmitimos al pequeño. Es verdad que a partir del segundo hijo todo cambia, incluso si cada hijo (situación de lo más habitual) es diferente, llora por distintas causas, y con diferente intensidad; personalmente me sentí más segura con la pequeña, la experiencia es un grado, dicen.

Antes de explicar en qué consiste esta técnica, me gustaría aclarar algo: aunque Hamilton anima a los padres a probar “the Hold” y asegura no haber tenido problemas por una mala praxis, hay otras voces que recomiendan prudencia

Por ejemplo, desde el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones no intencionadas (AEP), advierten que una persona inexperta y no instruida podría provocar algún tipo de lesión en el bebé, más teniendo en cuenta que suele utilizarse en niños de menos de tres meses. No es que lo desaconsejen, sino que sugieren pedir la opinión del pediatra de la familia. Cualquier precaución es poca cuando se trata de un recién nacido, ya que la técnica divulgada por Robert Hamilton, implica realizar ciertas maniobras en el cuerpecito del bebé.

The Hold

Hamilton es pediatra desde hace aproximadamente 30 años, y parece que ‘creó’ the hold hará unos 20, después la ha ido perfeccionando; sin embargo no está demostrado que funcione mejor que otras técnicas para calmar el llanto, basadas en la sujeción (por ejemplo colocarlo sobre el brazo boca abajo, o sobre las rodillas). Por otra parte no olvidemos que cada bebé es único y todos no responden igual, depende de su propia sensibilidad, de la necesidad manifiesta, del desamparo que puedan estar sufriendo en esos momentos. Hay varios expertos que afirman que si funciona, es porque en ese momento, el médico está mucho más tranquilo que los padres, bastante desesperados ya, por no saber qué hacer.

Os explico brevemente en qué consiste, no sin antes recordaros que por favor consultéis antes con el pediatra de vuestro bebé, la conveniencia de recurrir a esta que se ha presentado como una técnica mágica (personalmente le quitaría el adjetivo, pero es solo mi opinión)

Tal y como se detalla en el vídeo (podéis activar subtítulos para entenderlo mejor, aunque no están disponibles en castellano): se levanta al niño mientras este mira hacia abajo, y con cuidado se recogen sus bracitos hacia el pecho, doblándolos suavemente, la mano del adulto se pone sobre ellos, y a la vez sustenta la barbilla. Con la palma de la mano se sujetan las nalgas; por último, el bebé debe ser colocado en un ángulo de 45 º y se mece con mucho cuidado.

Lo dejo aquí.

¿Sujetar o acercar al cuerpo?

Sin duda lo segundo, me di cuenta cuando mi hijo mayor era aún muy pequeño y se calmaba cuando lo sacaba del capazo para llevarlo en brazos, a partir de ese momento y en adelante, el uso de carritos y sillas fue muy esporádico. Me vais a decir que las mamás y los papás acabamos muy cansados, que la espalda duele, y todas esas cosas; todo es una cuestión de actitud y de decidir ‘qué necesidades se cubren’, ¿las del bebé o las mías?, ¿es posible satisfacer ambas?, ¿es incompatible usar un sistema de porteo durante el día, con sentirme relajado?, a la última pregunta, desde luego que no, pues nuestra felicidad depende en parte del bienestar de los hijos, al que contribuimos. Recuerdo, además, que el porteo ergonómico, no solo sirve para prevenir el llanto, sino también el dolor en la zona dorsal o lumbar (nada que ver con las incómodas colgonas).

Llanto del bebé2

Los bebés necesitan el contacto con su madre, o con su padre; que lloren o no, responde a muchas cuestiones, y ninguna de ellas relacionada con una decisión intencionada del pequeño; es de lógica pensar que si aún no tienen el mismo lenguaje que niños más mayores, necesiten llorar para comunicar, o porque están tensos. La reacción que provoca en los adultos, cuando esta consiste en ‘más nervios’ o rechazo, no es nada natural, depende de cómo nos han educado, de que no tengamos apoyo…; probablemente en un entorno más natural, responderíamos siempre instintivamente, lo cual no evitaría episodios de llantos, pero ¡quién sabe si serviría de prevención para que estos no se intensificaran!

Igual que hablo del porteo para mejorar el estado de ánimo del peque, recuerdo que cuando se colecha, los bebés lloran menos, porque sacian sus necesidades básicas (contacto, alimento) de forma casi inmediata. Así que, por mi parte, pongo de manifiesto que al sujetar el niño se aleja de la madre, y desde ese punto de vista la técnica me parece inadecuada; y además, en el caso de que se haga mal (algo que entra dentro de ‘lo posible’) podría provocar más de un accidente grave.

Imagen — Critical Moss



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