Aprender a compartir llegado a la guardería

Niño llegando a la guardería

Decirle no, explicarle, hablarle de un modo normal y que entienda para su edad, irá moldeando actitudes que ponga en práctica en un futuro.

Para un niño pequeño no resulta fácil compartir. Es un modo de socializar que debe ir aprendiendo poco a poco. En casa, si tiene hermanos o con amigos, irá presenciando situaciones que requieran poner en práctica la acción. Veamos qué hacer con niños que llegan a la guardería y cómo han de asimilar esta rutina sin que les resulte imperativo.

El desarrollo de un niño previa llegada a la guardería

El niño pequeño, que no asiste a la guardería, aprende a hacer vida rodeado de otras personas. Principalmente el niño está con sus padres, o al menos recibe de ellos las enseñanzas primeras y las que realmente significan en su vida. El niño de menos de 2-3 años se inicia en normas y rutinas de un modo más superficial, no obstante ya le sirven. Decirle no, explicarle, hablarle de un modo normal y que entienda para su edad, irán moldeando actitudes que ponga en práctica en un futuro.

El niño que vive con sus padres ya escucha cómo le dicen que no toque según qué cosas, o que no puede acceder o utilizar objetos o aparatos electrónicos. Se le dice que eso es de papá o de mamá y puede romperse. Los padres, principalmente, le dicen al niño: “No cojas eso. No te lo dejo. Es mío”. El mensaje que se le manda es que “eso” no es suyo y por lo tanto no puede jugar con él.

La personalidad e independencia del niño

El pequeño es una esponja, todo lo absorbe y todo lo imita. Llegadas situaciones en las que debe jugar o relacionarse  con otros niños, surgirán conflictos a la hora de compartir. El niño tiene sus juguetes y quiere jugar con los de otros, pero sin que cojan los suyos. No hay que forzar al niño a compartir, sobre todo si no quiere o no lo entiende aún. Cada niño tiene su carácter y modo de actuar o decidir.

El niño pequeño tarda un tiempo en verse un ser independiente a su madre. Cuando se da cuenta de ello, piensa en sí mismo y sus necesidades y no se percata de las de otros o no cree que deba implicarse. El niño no tiene todavía esa capacidad de empatía, y eso no llegará hasta aproximadamente los 6 años de edad. Se le puede explicar que será divertido jugar unos con los juguetes de otros. Luego cada uno volverá a casa con lo suyo, en el caso de llevar juguetes propios y lo que está en la guardería es para todos.

Compartir en la guardería

Niños realizando una actividad en común.

En la guardería se hacen cosas en común, se comparten situaciones y experiencias con otros compañeros y profesores.

En la guardería el niño será uno más en un entorno repleto de personas, donde se hacen cosas en común, se comparten situaciones y experiencias con compañeros y profesores. Se generarán situaciones en las cuales como niño deberá responder por sí mismo y no solo actuar en su beneficio. El pequeño se verá inmerso en actividades en grupo donde los objetivos están definidos para todos y deben ayudarse para conseguirlos.

Compartir será una premisa básica al inicio de la guardería, y el niño debe afrontarlo. Todos pueden coger lo que está en la guardería y surgirán conflictos y enfados. Es aquí donde hay que utilizar las herramientas que la edad permita. El ser humando socializa, convive con otros y por ello debe ayudarse entre sí. Compartir:

  • Ayuda al desarrollo personal y social.
  • Fomenta la empatía.
  • Ayuda a socializar.
  • Fortalece la convivencia y vínculos afectivos con otros.
  • Ayuda a la autoestima e independencia.
  • Mejora las habilidades sociales.

Ventajas a la hora de compartir

Llegado a la guardería el niño aprenderá diversas normas, posteriores a otras que sus padres le han ido inculcando. Lo más importante es hacer ver al niño que las personas van antes que los bienes materiales. Es más importante hacer feliz a un amigo o familiar aportándole cariño que ofreciéndole un objeto. El niño en la guardería conocerá aspectos que trascienden al compartir:

  • La diversión de compartir: Niños y profesores pueden beneficiarse de vínculos emocionales en juegos y satisfacer demandas.
  • Autonomía.
  • Concepto del prójimo.
  • Lo que no es suyo es de todos y puede tenerlo quien quiera, a quienes los profesores se lo dejen o quienes tengan el turno.
  • Equidad, actitudes generosas y altruistas en los adultos que como niños deben percibir.
  • El empuje, refuerzo si hace gestos generosos y la felicitación le harán entender que ha actuado de un modo correcto y lo repetirá en próximas ocasiones.


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