Después de una mudanza, ¡nuevo cole!

Mudarse de casa y ciudad son cambios importantes para un niño.

Los cambios nunca son fáciles, más cuando llevas años regido por la misma rutina, horarios, costumbres o ambientes.

Los padres toman la decisión de mudarse de una ciudad y cambiar de colegio a su hijo, por trabajo, salud, nivel de vida, contacto con familia o amigos… Conozcamos qué estrategias se puede llevar a cabo para que el proceso de transición sea más positivo.

Los cambios afectan a la vida del niño

La mudanza, tanto para padres como para niños puede resultar extenuante y generar ansiedad. Los cambios nunca son fáciles, más cuando llevas años regido por la misma rutina, horarios, costumbres o ambientes.  Para un niño ya es inquietante la novedad y el cambio, qué más si son varios los que ocurrirán en su vida. Si al cambio de colegio se añade un cambio de ciudad, casa, vecinos, amigos…, el niño puede bloquearse y necesitar diálogo con sus padres.

El niño que entra al colegio, con 3 años, generalmente no se adapta tan fácilmente a los cambios como uno más pequeño. Los niños consiguen hacerse con la situación según la ayuda que los padres les faciliten y según lo serenos que él los vea. El niño se sentirá incómodo, inseguro y necesitará apoyo, comprensión, escucha por parte de sus progenitores. Deberá poco a poco cerrar una etapa. Es positivo que de un modo divertido, como en una reunión o fiesta, se despida de sus amigos de guardería y vecinos.

Recomendaciones para que el niño afronte una mudanza y cambio de colegio

Niña angustiada por la mudanza, es consolada por su madre.

El niño debe sentirse emocionalmente fuerte y estable para afrontar el cambio de ciudad y colegio con serenidad.

Como adultos hay que poner en práctica una serie de estrategias para que el niño no sufra, sienta ansiedad o rechazo al cambio. Estas son algunas recomendaciones ante una mudanza y un cambio de colegio de un niño de 3 o casi 3 años:

  • Contarle la historia de su mudanza de un modo divertido y darle de un modo claro y conciso toda la información necesaria y que demande. Se le puede hablar de cuál será la ciudad, qué hay allí, el motivo de la mudanza, actividades que hará. Es importante informarle si hay familia o amigos cerca, cómo será su nueva casa, su nuevo colegio… , así podrá lograrse que vea los beneficios de la mudanza.
  • Darle tiempo para que lo asimile y se familiarice con la nueva situación. Respetar su espacio y personalidad propia. Explicarle las cosas de un modo claro, sin engañarle ni presionarle. Si el niño está angustiado y teme perder sus amistades y rutinas conviene decirle que podrá visitarles e invitarles a su nueva casa y que asimismo hará más amigos.
  • Tampoco es propicio que la transición se produzca a la vez que otras, como una separación, un fallecimiento, el período de cambio de pañal, el paso a su habitación, el nacimiento de un hermano o el destete. El niño debe sentirse emocionalmente fuerte y estable para afrontarlo con serenidad.
  • Enseñarle fotos de la nueva ciudad o colegio y llevarle allí antes de la mudanza definitiva. Si ha visto su nueva casa y habitación se le puede decir que su ayuda será imprescindible para la decoración. El niño se sentirá útil si se le hace partícipe de decisiones como la elección del color de las paredes, la colocación de muebles o sus juguetes…
  • Lo más conveniente es llevar a cabo la mudanza en días libres, para que el niño tenga un tiempo de adaptación conveniente y no sea precipitado. Si le causa ansiedad ese proceso, es mejor que vaya cuando todo esté amueblado y preparado. Mientras tanto puede quedarse con los abuelos u otros familiares.

El tiempo de adaptación del niño a su nuevo entorno

Como padres hay que velar por una óptima adaptación del niño a sus nuevos ambientes, con actividades extraescolares, centros de ocio infantil, parques… Será allí donde vaya conociendo a nuevos amigos (algunos irán al colegio con él), y seguir con sus aficiones. Los padres deben formar parte de la nueva familia escolar y tratar con su tutor, interesarse por reuniones de padres, actividades o fiestas en el colegio…

Los cambios, pese a que no siempre son buenos, sí es lo que un padre busca para su hijo. Se cambia en aras de encontrar calidad de vida, un mejor trabajo, para matricular a un niño en un colegio con métodos de enseñanza que se ajusten a lo que los padres conciben… En definitiva se busca que cada uno de los miembros de la familia ganen con el cambio.


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